Directiva


SOCIEDAD
BOLIVARIANA
DEL TACHIRA

Junta Directiva 2010-2014

Presidente:
Dr. Adolfo Sánchez Fernández

Vice-presidente:
Dr. José María Antonio Betancourt Rodríguez

Secretario General:
Licdo. Armando Rosales Cárdenas

Asesor Jurídico
Abg. Rosa Zambrano Prato

Bibliotecario

Lcdo. Gustavo Adolfo Garí Altuve

Coordinador de Ediciones y Publicaciones

Ing. Alejo García Sierra

Primer Vocal

Prof. Josefina Bustamante de González (+)

Segundo Vocal

Don Ángel Onistes Torres Useche

Tercer Vocal

Lcda. Milagros Lucena Altuna

Cuarto Vocal

SM/1 Edilberto de Jesús Moreno Rojas

Quinto Vocal

Dr. Alejandro Bautista González


Discurso del Dr. Roberto Esteban Avendaño el 19/04/2013



203 Años del Movimiento Autonómico del 19 de Abril de 1810
  
Señor Presidente de la Sociedad Bolivariana Capitulo San Cristóbal
Señor  Gobernador del  Estado Táchira
Señor Presidente y demás miembros de la Junta Directiva y Cuerpo Académico de la Academia de Historia del Táchira
Dignas autoridades invitadas
Señores
Señoras

         La conmemoración del movimiento autonómico del 19 de abril de 1810 en su año Bicentenario nos permiten recordar los acontecimientos que permitieron el nacimiento de Venezuela como nación libre de todo vínculo colonial con España.
          Fue ese día  “el nacimiento de Colombia” según  sentenció  el Libertador, a pesar  de que él como  muchos de sus  compañeros de aventura no estuvieron presentes por cuanto el movimiento tuvo que ser acelerado por especiales circunstancias que podían  dar al traste con el riesgoso empeño de  los conjurados. “Teníamos tomadas todas las medidas al buen éxito de la empresa –dice Fernando Toro en un manifiesto publicado en mayo de  1811- cuando los caraqueños, ejecutándola el 19 de abril, dejaron sin ligar nuestra tentativa”
          Esa fecha tiene lumbres de gloria. Es el inicio de la epopeya venezolana, comienzo de la unidad de principios y resoluciones profundas, suma de esfuerzos y sacrificios, simiente vigorosa lanzada al fondo de los tiempos para verse, después de  recibir el riego de sangre durante catorce años, florecida en cinco repúblicas libres e independientes.
           La lectura que siempre se nos ha ofrecido sobre este  movimiento ha sido siempre distorsionada. Se le ha considerado como un hecho de armas, nada más lejano de la verdad. El 19 de abril fue un acontecimiento en el que brilló la civilidad de nuestros representantes o conciudadanos amantes de la libertad, del derecho a disentir, de la entrega por una causa patriota noble y heroica. En el privó la capacidad de la inteligencia, el diálogo, el disenso, el respeto a las ideas contrarias, el coraje y la firmeza  en la búsqueda de un país libre  y soberano. Nunca  estos pioneros de la libertad tuvieron que recurrir al poder de las armas o a la  insensatez de la fuerza y la violencia. Fue una verdadera lección de Democracia puesto que se respetó el derecho a disentir y respetar la opinión contraria.
          Este movimiento emancipador  no fue casual, pues venía gestándose como un sentimiento nacional en afán de libertad e independencia, especialmente un ideal de mucha grandeza y nobleza como solo un pueblo oprimido sabe interpretar la hora de sus acontecimientos funestos en el ánimo de alcanzar sus más carísimos  anhelos de  una Patria libre y plenamente soberana.
          La independencia nos resulta a los venezolanos y latinoamericanos como un hermoso sueño e ideal nacional el cual nos convoca a todos a hacer grandes esfuerzos, multitud de sacrificios  que implica muchas limitaciones  para concebirlo como un hecho real, pero  no imposible.. Cualquier proyecto que no logre integrar en el nuevo orden las necesidades, sueños o aspiraciones  mas  sentidas, profundas y justas de  todos los sectores, es  volver a  permanecer anclados en los errores del pasado y no permitir la apertura de un futuro mejor.
          Nuestro  movimiento emancipador dio sus frutos  para otras generaciones. No para la generación de los próceres sino para las que debían venir después de ellos. Y ellos lo sabían. Por ello su desprendimiento fue sin precedentes en una nación  que no sabía de libertad e iba a durar  mucho tiempo –casi todo el tiempo de la epopeya- sin comprender la altura y grandeza de la nueva situación.
          Cabe preguntar: ¿Existe hoy el desinterés y el anhelo de  construir una Patria digna y próspera, o por el contrario lo que hoy priva en la generalidad de los venezolanos el afán de atesorar dineros aún con mengua de la de la dignidad ciudadana y con el deterioro moral y económico de la República?
          ¿Existe la unidad y el sacrificio en torno del ideal o se destroza mezquinamente la bandera de los sanos propósitos con divisiones partidistas y reducidas visiones parroquiales?
          Los héroes hablaron poco. Pero se desbordaron en obras. Avivaron los carbones del ansia de libertad en el corazón de caraqueños y zulianos y orientales y andinos y fueron delante de ellos en la oblación generosa de sus vidas.
          Así ha sido el ejemplo de los grandes hombres de esta muy querida y herida Venezuela.
          Así se hacen patrias.

                             JUAN GERMAN ROSCIO POR DON PEDRO GRASES.
            Es don Pedro Grases el estudioso  investigador que nos permite conocer mejor la obra de  quien fuese  el más grande e insigne hombre  de la generación de la independencia, así nos lo hace saber tan eminente humanista, al escribir la presentación a la obra, El pensamiento teológico-político de Juan Germán Roscio, escrito por el intelectual venezolano español con grandes méritos en el campo de la educación de hoy, el reverendo sacerdote Jesuíta, Luis Ugalde. Señala  a manera de introducción Don Pedro Grases: Cualquiera que haya dedicado mediana atención a la historia de la vida cultural y política de Venezuela en el cruce  delos siglos XVIII y XIX  ha de haber tropezado con la importante personalidad de Juan Germán Roscio, el jurista y pensador más notable  e la generación de la independencia. Y más  que una obra erudita que nos reconcilia con un pasado que se fue, esta disertación de Ugalde sobre Roscio resulta una parábola en acción. ROSCIO, continua Don Pedro Grases, “ fue un catón prematuro y un campeón de la revolución de las conciencias. La auténtica teología y la fe sincera tienen la carga preciosa de ser memoria subversiva  que invita a la conversión y la reconciliación. “ (…) Al igual que los cultores de Fernando VII pretendieron apuntalar una monarquía insostenible, hoy se pretende convertir en religión laica y única, un a muy discutible manera de hacer política y gobierno, imponiendo esquemas a nombre del pueblo pero sin él. Roscio intuye que no se puede ni debe mezclar poder y religión. “Lo que hoy llamamos autonomía de lo temporal y autonomía de lo espiritual, fue señalado por Roscio con perpicaz intuición. “ “…La temática de la justificación conceptual de lo que actualmente se llama teología política es útil e indispensable para que la manipulación, la ideología y el fundamentalismo no se apoden de los que ejercen los gobiernos, buscando atraer súbditos que digan amén al pensamiento ecléctico del siglo XXI.” ( Luis Ugalde, s.j. El pensamiento teológico-político de Juan Germán Roscio, Presentación por Don Pedro Grases. Caracas, Universidad Católica Andres Bello; Bid & co editor, 2007

             Señores…